domingo, 30 de noviembre de 2008

Hermanos Madrugadores
Quiero compartir este fragmento de una homilía de José María Martín OSA.

María, principio de la nueva humanidad.

La Madre del salvador es también nuestra Madre porque su Hijo así lo
quiso: "Ahí tienes a tu Madre". María no puede estar lejos de la mente
y del corazón del cristiano, especialmente durante el tiempo de
Adviento. La fiesta de la Inmaculada, al comienzo de este tiempo es un
estímulo para nuestra "espera confiada". ¿Quién mejor que ella, que lo
llevó en su seno, pudo esperar su venida? Ella, la Madre concebida sin
pecado, nos invita a arrepentirnos, a desechar el mal y a hacer el
bien para preparar el camino al Emmanuel. María tiene una misión
importante en la Iglesia porque es Madre y modelo de la Iglesia.
Nuestra devoción a María debe llevarnos a su Hijo Jesucristo: "Haced
lo que El os diga". Todo lo que tiene, todo lo que es María le viene
de Cristo. María es la primera cristiana, toda cristiana, hecha
enteramente para Cristo. Por eso es la mujer del futuro, la humanidad
del futuro, la nueva humanidad que siempre hemos soñado y que Dios
mismo soñó. Pero esto sólo será posible si vivimos cerca de Dios,
confiados y seducidos por su Amor, como María. Entonces reinará en
todo el mundo otra vez la armonía y la paz.

Queridos hermanos madrugadores, quiero hacerles una invitación para
que participen en la tradicional "Peregrinación de Hombres Católicos",
el domingo 7 de diciembre de 2008, desde la Catedral de Temuco a la
Gruta de cerro Ñielol, a las 7 de la mañana, donde se finalizará con
una misa. Y como hijos de una buena Madre, en quien depositamos toda
nuestra confianza acompañemos la peregrinación para dar gracias por
todo lo que Ella nos regala día a día y también por todo lo que nos ha
ayudado durante el año

Pero lo importante es comprometerse e ir, de este modo los invito a
que me confirmen su asistencia, enviándome sus teléfonos para así yo
poder recordarles.

fraternalmente se despide en María,
Moisés madrugador

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Madrugando en el Mes de María




Queridos hermanos madrugadores

Comenzamos una nueva madrugada, la que sin duda quedará registrada en la historia de vida de la comunidad de Santo Tomás de Villanueva, y desde el encuentro nacional de Madrugadores en Temuco, ("Misioneros de Cristo, con María, para el mundo de hoy") esta corriente de vida ha comenzado ha extender sus raíces, plasmando así el compromiso de ser verdaderos misioneros y siguiendo la proposición que hace la V Conferencia en Aparecida. "Ser Discípulos y Misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Yo soy el Camino , la Verdad y la Vida" (Jn 14,6)".

La madrugada de hoy es especial, debido a que en una masiva concurrencia, se juntaron en la parroquia Santo Tomás de Villanueva, las trece comunidades que dependen de ella, y por primera vez la nueva comunidad de Madrugadores, para dar inicio al Mes de nuestra Madre y Reina Tres Veces Admirable, la Santísima Virgen María, agradeciendo porque es la intercesora y quien se encarga para que sigamos siendo fieles al Padre, y también nos protege ante las tribulaciones de esta vida. Para que seamos verdaderos misioneros en el mundo de hoy, especialmente en nuestros trabajos.

Llena de Gracia, el nombre mas bello de María.
Benedicto XVI, 2006

Comenzamos hoy la preparación para una de las fiestas de la bienaventurada Virgen más bellas y populares: la Inmaculada Concepción. María no sólo no cometió pecado alguno, sino que quedó preservada incluso de esa común herencia del género humano que es la culpa original, a causa de la misión a la que Dios la había destinado desde siempre: ser la Madre del Redentor.

Todo esto queda contenido en la verdad de fe de la Inmaculada Concepción. El fundamento bíblico de este dogma se encuentra en las palabras que el Ángel dirigió a la muchacha de Nazaret: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lucas 1, 28). «Llena de gracia», en el original griego «kecharitoméne», es el nombre más bello de María, nombre que le dio el mismo Dios para indicar que desde siempre y para siempre es la amada, la elegida, la escogida para acoger el don más precioso, Jesús, «el amor encarnado de Dios» (encíclica «Deus caritas est», 12).